El planeta en que vivimos, donde siempre hubo pobreza y marginación, es probable que en el futuro sea más equitativo gracias al importante cambio de conciencia que están demostrando los que sobresalen por su cuantioso patrimonio.

William Henry Gates III, que proviene de una familia de abogados y banqueros, nació en 1955 en Seattle, Washington.

En el colegio secundario conoció a Paul Allen con quien fundaría Microsoft en 1975; y posteriormente estudió dos años en la Universidad de Harvard.

Gates, logró que la informática no sea sólo un elemento para una minoría sino también para la mayoría, al crear la computadora personal. De esta forma amasó una de las fortunas más grandes del mundo, convirtiéndose en la segunda persona más rica del mundo, después del mexicano dueño de Claro, según la revista Forbes.

En 2008 abandonó Microsoft y desde entonces se dedica a la filantropía para ayudar a los países más pobres y a descubrir una vacuna contra el sida.

Sin embargo, continúa siendo el presidente no ejecutivo de su directorio y el mayor accionista de la empresa.

Bill Gates realiza cuantiosas donaciones que maneja con eficiencia empresarial. Su fundación se benefició con 33.000 millones de dólares de sus propios bolsillos y se ocupa de alentar a la comunidad internacional para que mantenga un nivel sostenido de ayuda para los países más pobres.

Su idea es llegar a los países más carenciados y no a los que gozan de ingresos medios, porque en esos países donde falta todo, la gente se puede morir por no tener un mosquitero.

Antes, los gobiernos acostumbraban a ayudar a los países amigos, pero al finalizar la guerra fría, las cosas cambiaron y ahora el dinero llega a la gente que más lo necesita.

La ayuda llega en forma de vacunas para los niños, medicinas contra el sida para los adultos, redes mosquiteras, semillas nuevas y adiestramiento para cultivarlas y contratos con los mejores científicos.

Bill Gates ya puede ver los resultados, porque en esos lugares tan pobres, las cosas están mejorando en forma muy rápida, como por ejemplo con el descenso de la tasa de mortalidad debido a la malaria y al sida.

Piensa que alguna forma de impuesto a las transacciones financieras en los Estados Unidos ayudaría a bajar los déficits en parte y otra parte podría ser destinado a apoyar a los más pobres.

No obstante, muchos piensan que todavía los ricos parecen ser cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.

Bill Gates opina en cambio, que el mundo se está convirtiendo en un lugar más equitativo, porque los pobres están evolucionando más rápido en sus economías que los ricos con sus fortunas.

En China e India ha mejorado notablemente la calidad de vida, ello muestra que igualar los ingresos en forma global es más factible hoy que lo que pasaba en otras épocas; y él cree que cuanto más tiempo pase mejor serán las posibilidades de las clases bajas; porque hoy en día las innovaciones tecnológicas llegan a todos lados y esto representa un beneficio global.

En cuanto a la falta de trabajo, se trata más de un problema estructural; porque habría trabajo de sobra en el ámbito educacional, en el turismo, la ciencia y la asistencia a los ancianos si no fallara la organización.

El millonario Warren Buffett, propuso subir los impuestos a los ricos, ya que en Estados Unidos los ricos pagan menos impuestos que los pobres, porque los impuestos sobre los dividendos son más bajos que sobre los sueldos,

Tal vez deberían nivelarse ambos impuestos para hacerlo más equitativo y equilibrar las cosas y evitar que sean regresivos.

Lo importante es que los más ricos parecen ser más generosos que antes y eso hace una gran diferencia.

Fuente: “LNR”; “Bill Gates”; L.Aguirre; B.G.Harbour (El País); abril 2012.